El
pasado viernes 21 de Diciembre, tuvo lugar la “última cena”, la última cena
antes del cambio de año que siempre se hace en Navidad. Una de esas en las que nos reunimos un grupo de amigos
y nos ponemos al día sobre lo que nos ha pasado los últimos meses y en las que
todo el mundo acaba con la risa floja gracias a..., como dicen en MHYV, unas
unidades de consumición.
Ese
día, me senté rodeada de gente con la que nunca había hablado (en los grupos
siempre se va gente y viene otra nueva). Bueno pues, hicieron que esa noche
fuese realmente divertida. Y, como ya os comenté en la primera entrada, la razón por la que me decidí a hablar de mí en el
blog fue esta cena.
Mantuve
una conversación con dos de los chicos que estaban a mi lado, en particular con
uno de ellos, que me hizo darme cuenta de que no soy la única que se siente
así. Os voy a contar alguna de las cosas de las que hablamos esa noche sobre
cómo nos sentimos o reaccionamos en según qué circunstancias siendo uno de esos
5.000.000, pero…shh que quede entre nosotros.
Suena mi Smartphone y no conozco el
número
Lo
miras intentando saber de quién puede ser. De repente, te acuerdas de que anteayer
mandaste como 50 CV. Contestas
intentando no sonar desesperada y, ¡si!, te están llamando de una de las
ofertas a las que aplicaste (no recuerdas cuál es pero no importa, te interesa
sea cuál sea). Apuntas rápidamente todos los datos de contacto, te despides
cordial y jovial y cuelgas.
Lanzas
el móvil sobre la mesa y corres escaleras abajo para decirle a tu madre a
gritos, ¡tengo una entrevista!. Esta vez sí, piensas, y hasta ese día
planificas todo al milímetro para que nada salga mal. Y, según me lo describieron
(espero no herir sensibilidades), en ese momento “entras en un orgasmo permanente hasta el día de la entrevista en la
que desaparece de golpe”.
El día anterior al “gran día”
En
este caso, os voy a dar el punto de vista de una mujer, pero me imagino que no
distará mucho del de los hombres.
Ya
tienes el modelito preparado, que según qué trabajo sea, debe ser uno u otro.
Te arreglas el pelo mejor que para salir un sábado por la noche, repasas todos
los puntos que piensas te pueden preguntar en la entrevista, te informas sobre
la empresa…y te vas a “dormir”. Digo “dormir” porque realmente no duermes, te
pasas la noche dando vueltas en la cama con los ojos como platos.
Te
levantas, porque despierta…has estado despierta toda la noche. Te duchas, te
atusas el pelo que te arreglaste el día anterior, te vistes y te maquillas de
forma que parezca que no te has maquillado, que resultes lo más natural
posible. No desayunas, no vaya a ser que los nervios te jueguen una mala pasada…nos
estamos entendiendo, ¿no? Tu madre te da el visto bueno, te desea suerte y te
vas.
Ahora
ya no estás tan contenta ni tan emocionada, ahora estás acojonada. Como dijeron “nada
más empezar la entrevista, descubres tics que jamás habías tenido. Empiezas a
sentir cómo un ojo o la cabeza no paran de moverse solos y mientras te empiezan
a hacer preguntas, tú piensas, como se den cuenta del tic no me contratan por
raro, coño!”
Pararos
a pensarlo un momento. Estoy segura que a muchos de vosotros os ha pasado esto.
Si es así no os preocupéis, el tic del ojo ¡solo se nota si se acercan mucho! Jajaja.
Ahora como tengáis otro estáis perdidos…
Los días posteriores al “gran día”
Son
como cuando empiezas a ligar con un chico, o una chica (para mis lectores
masculinos). El teléfono no suena y piensas…¿estará sin cobertura?, ¿habrán
perdido el CV y ya no tienen el número? Te haces mil preguntas pero la única
respuesta posible después de ya una semana es, They are just not that into you
(haciendo referencia al libro y película He´s
just not that into you o Qué les pasa a los hombres). Y ahora ¿qué?, pues
no queda otra que volver a empezar el proceso.
¿Cómo
describiríais vosotras/os este proceso?, ¿Tenéis algún tic? Si eres de los que entrevistan, ¿qué anécdotas os han pasado con los candidatos? Espero vuestros
comentarios para reírnos de nosotros mismos, que , por otro lado, ¡es la mejor
medicina!
Muy buena entrada, todabía no he tenido muchas entrevistas de trabajo, pero ya te contaré cuando las tenga. Sólo espero que no me den ticks raros, aunque la sensación orgásmica no estaría nada mal jaja
ResponderEliminarJajaja...muy bueno. Suerte en tus futuras entrevistas y deja los nervios fuera antes de entrar!
ResponderEliminarMarta! me gusta lo de They´r just not that into you... Describes a la perfección el proceso por el que pasamos... Aunque lo mejor es sin a las entrevistas sin esperanzas, así vas tranquilo, deja de darte verguenza hablar inglés si te lo piden y hay veces en las que sale mejor...
ResponderEliminarTiene que ser desesperante, te entiendo, suerte y fuera nervios...Abrazos
ResponderEliminarHola Marta
ResponderEliminarrecuerdo que las primeras entrevistas que hacía me solían hacer algunas preguntas "tipicas" sacadas de algún manual de recursos humanos, por ejemplo que dijese 3 cosas buenas de mi y 3 malas, que les contase por qué te interesa trabajar con ellos o que les contase algo de mi mismo. Esto creo que pasa en las empresas grandes con un departamento de recursos humanos importante.
En las últimas que he hecho han sido más prácticos y siempre me han preguntado por mis responsabilidades en anteriores trabajos (importante llevar claro este punto) o por qué terminé en algún trabajo anterior. En cuanto a la parte de la entrevista en inglés, suelen pregunatarte cosas como qué hiciste el fin de semana pasado o cosas así, por lo que ya llevo algo pensado de antemano.
Siempre es bueno informarse sobre la empresa y dejar caer algo de eso en respuesta a la habitual pregunta de "si tienes algo que preguntar".
En mi opinión hay que ir con una actitud segura de ti misma, incluso algo pasota (pero sin pasarse).
Mucha suerte.
David
PD: ni se te ocurra ir sin desayunar :)
Jajaja, lo tendré en cuenta para próximas entrevistas.
EliminarSiguen haciendo las mismas preguntas que cuando las hacías tú, jejeje. Si, es mejor ir preparado para que no te pillen sin respuesta...
Gracias por el comentario, saludos!
Vimos esa peli el otro día! Hace mucho que no voy a entrevistas y espero no tener que hacerlo en mucho tiempo...
ResponderEliminarMuy buena la peli y... si es como eso jajjaja
ResponderEliminarSe podría hacer un manual de ayuda y otro de apoyo psicológico.
ResponderEliminarNaturalidad y espontaneidad y si hay nervios que no se noten
ResponderEliminarHace mucho que no hago entrevistas, pero aunque sea difivil hay que parecer tranquilo..
ResponderEliminarNaturalidad siempre!
ResponderEliminarHay que transmitir seguridad,aunque en realidad no sea asi.
ResponderEliminarMuy ocurrente la referencia que haces al libro. Voy a repetirme un poco pero la naturalidad es lo más importante aunque a veces los nervios traicionen.
ResponderEliminarSi, eta claro que la naturaldad es lo mejoe, pero cuando estas ahi ya no es lo mismo....
ResponderEliminarHe visto la peli! y si se parece si.
ResponderEliminar